Al ver que las autoridades le iban a inmovilizar el vehículo, el borracho conductor se subió a la grúa y se acostó en el planchón para impedir el procedimiento. Ahí estuvo por casi media hora y con las piernas metidas debajo del vehículo, informa Noticias Caracol.

Aunque el reportero se acercó a preguntarle por qué estaba acostado ahí, el hombre apenas pudo responder que le estaban “hurtando” el carro.

Tengo una incomodidad… Me acaban de hurtar el vehículo acá y ellos (agentes de tránsito) dicen que se acaba de proceder una incomodidad”.

Pero si el conductor no sabía ni donde estaba acostado el acompañante, que resultó ser su hermano, sí que menos, ya que de la borrachera no pudo explicar frente a la cámara lo que estaba pasando.

Supuestamente estamos aquí, y resulta y pasa que mi hermano… él dice que de pronto… estamos negociando… y él dice que de pronto… yo estoy borracho”.

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Superado el incidente, autoridades de transito inmovilizaron el carro y le impusieron una millonaria multa al infractor.

“Él se negó, se hizo todo el procedimiento y se le brindaron las garantías. La máxima (sanción) da cancelación de la licencia de conducción y una multa de alrededor de 33 millones de pesos”, explicó a ese medio David Toledo, agente de Tránsito de la Secretaría de Movilidad.

La Policía bajó al conductor de la grúa y los dos borrachos se fueron caminando y discutiendo sobre la dura sanción.

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