La asistencia de Jim Yong Kim y Christine Lagarde, respectivamente, a la suscripción del ‘Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera’, por parte del presidente Juan Manuel Santos y el jefe de esa Guerrilla, ‘Timoleón Jiménez’, fue confirmada por ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.

“Recibimos esta noticia positiva para el futuro económico del país y que nos llena de regocijo”, dijo Cárdenas luego de participar en el foro ‘Diálogos para una nueva economía’, en el Tecnológico de Antioquia. “Ese respaldo económico al posconflicto es fundamental. Quiere decir que los dos principales organismos económicos mundiales están comprometidos con la paz de Colombia”.

La presencia del Banco Mundial y del FMI en la ceremonia no es un detalle menor, si se tiene en cuenta que hasta hace poco esos dos organismos internacionales constituían para las Farc las dos cabezas más visibles del ‘monstruo’ imperialista y neoliberal que combatían.

De hecho, ese objetivo se exaltaba en una de las arengas de guerra de ese grupo, que retumbaba en lo profundo de las montañas para animar a los guerrilleros en sus actividades insurgentes: “¡Contra el imperialismo, por la patria!; ¡contra la oligarquía, por el pueblo!”.

La existencia del FMI y el Banco Mundial como expresión del imperialismo (básicamente, según definición de la RAE: actitud y doctrina de quienes propugnan o practican la extensión del dominio de un país sobre otro u otros por medio de la fuerza militar, económica o política) la manifestó hace poco más de ocho años el segundo al mando de esa guerrilla, alias ‘Raúl Reyes’, en el que se considera su último discurso antes de ser abatido por el Ejército colombiano en Ecuador.

En su saludo al segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana, que se realizó en Quito en el 2008, ‘Reyes’ dijo: “Es necesario que nos expresemos contra las políticas imperiales, […] es necesario que nos expresemos contra las políticas del Fondo Monetario Internacional, de la banca mundial. Es decir, todo lo que tiene que ver con la política neoliberal […]”.

Eran, sin duda, otros tiempos en los que soplaban vientos diferentes a los de hoy, cuando para las Farc no había tonos grises. “Hoy se es revolucionario, se es antiimperialista, o se es fascista, enemigo de los cambios que requieren los pueblos”, dijo ‘Reyes’.

Y en otra referencia al imperialismo dijo: “No es posible […] que quieran ahora felicitar que el presidente Fidel Castro renuncie a algunas de sus responsabilidades como jefe de Estado, pensando que regrese inmediatamente la libertad, la democracia, que no es otra que la democracia del gran capital, de las multinacionales, de los imperios…”.

Es claro que las de hoy son otras Farc. Y la presencia de Jim Yong Kim y Christine  Lagarde, máximos jefes del Banco Mundial y del FMI, deja tambaleando también una de las críticas más desinformadas y desinformadoras que se la hace al proceso de paz: la de que Colombia está siendo entregada al castro-chavismo. De ser así, difícilmente esos dos personajes asistirían a semejante acto.

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