La joven, que actualmente tiene 27 años de edad, manifestó en Noticias Caracol que para ella “nunca hubo felicidad” durante su niñez por que su papá (a quien siempre se refiere por su nombre) le “interrumpió” la vida.
“Él entraba (al cuarto) a manosearme, a tocarme los senos, a introducirme los dedos en la vagina, a besarme, según él, para que yo aprendiera a no dejarme tocar de los hombres; según él, para que yo aprendiera a defenderme y a no ser abusada”.
Agregó que su mamá nunca se dio cuenta de la situación porque Antonio siempre llegaba tarde y para ese momento ella ya estaba durmiendo. Betsy indicó que el hombre acostumbraba a tomar “mucho” y siempre que entraba a la casa, se dirigía a su habitación para supuestamente despedirse de ella.
De acuerdo con su relato, Betsy nunca le contó a su mamá lo que ocurría por miedo a que no le creyera y a que sus padres se separaran, pues su papá siempre la amenazaba con que si lo hacía, habría problemas.
El noticiero señaló que en el 2005, cuando Betsy cumplió 15 años, su mamá falleció. Eso hizo que Antonio la siguiera obligando a estar con él, pero esta vez como si fuera su compañera sentimental.
“Él me dijo que estaba yendo a un psicólogo y que él le había dicho que necesitaba mucha ayuda, que él tenía que dormir con la persona que se pareciera a ella (la mamá) y la persona que se parecía a ella, según él, era yo”.
Betsy accedió a compartir la misma cama con él porque le daba miedo que la matara o le hiciera daño a su hermano mayor. Durante la entrevista, la joven recordó que una vez intentó desenmascarar a su padre, pero “comenzó a hacer show”:
“Comenzó a decir que yo era una mentirosa, que me estaba enfermando, que me estaba afectando la muerte de mi mamá y él salió llorando”.
Sus familiares no le creyeron y por eso intentó escapar de la casa en varias oportunidades. A los 20 años se fue con un amigo con el que sostuvo una relación sentimental. Sin embargo, como ella misma lo contó hace unos meses, ese joven la dejaba “encerrada” y no le permitía “hablar con nadie”.
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Lo anterior la hizo volver a su casa, a donde llegó embarazada. Betsy no sabía de quién era el bebé, por lo que dijo que era de un “muchacho” que veía desde hace un tiempo, pero “que lo habían matado”.
Los abusos por parte de Antonio continuaron hasta el 29 de mayo de 2012, cuando ella decidió denunciarlo ante las autoridades. Sin embargo, le tocó retractarse ya que su padre la amenazó: “Me dijo, ‘si usted me llega a sapear, yo le mato a su hija’”.
Finalmente, como lo reseñó El Tiempo en mayo de este año, Betsy pudo denunciar formalmente a su padre en noviembre de 2013. Al hombre lo capturaron un año después y en 2016 fue condenado a siete años de cárcel por violencia intrafamiliar y a 20 más por abuso sexual.
La joven expresó que saca fuerzas para continuar con su vida gracias a su hija. Ella “es el motor de mi vida”, concluyó.
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