El Heraldo de Barranquilla informó que esta contravención se repite prácticamente en toda la ciudad, que la cometen propietarios de vehículos de todas las gamas y que no les importa que puedan ser doblemente sancionados por la Secretaría de Tránsito y Seguridad.

“Les preocupa más ocultar la placa para infringir la norma que respetarla”, destacó a ese medio Fernando Isaza, secretario de Tránsito de Barranquilla.

“Los agentes, en su potestad, deberían actuar más frente a estos acontecimientos” apuntó el experto en movilidad Víctor Cantillo. Otras voces piden recrudecer las sanciones contra los infractores.

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Según la tabla de valores a pagar por infringir las normas de tránsito, publicada por la Secretaría de Tránsito y Seguridad, ocultar las placas o no portarlas adecuadamente tiene una sanción de $ 196.725, mientras que estacionar el vehículo en sitios prohibidos acarrea una multa de $ 368.859.

Sin embargo, a finales de septiembre de 2016, el portal Denuncias Ciudadanas advirtió que existía un aumento del 200 % en el cobro de fotomultas en la ciudad.

Una situación, según ese sitio, que demuestra el negocio rentable que representa para los operadores privados el cobro de multas y que para eso contaban con el apoyo de algunos agentes de tránsito que se dedicaban a cazar infractores.

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