Hemos alertado al gobierno que en algunos sitios existen unos problemas en relación con la seguridad de los líderes campesinos y los de derechos humanos”,

dijo Carlos Negret, que encabeza el ente encargado de velar por los derechos humanos en el país, en declaraciones a W Radio.

Mencionó las regiones de Cauca, Nariño, y Urabá, como las más preocupantes por la acción de bandas armadas.

Si el gobierno rápidamente no llega con una oferta institucional a las zonas veredales (de concentración de la guerrilla), esos espacios sociales y militares los llenarán grupos diferentes a las Farc”,

enfatizó.

Tras firmar en noviembre un acuerdo para superar 52 años de conflicto armado, las Farc se preparan para agruparse en 26 zonas en todo el país, donde en seis meses deberán dejar las armas y reintegrarse a la vida civil, bajo supervisión de la ONU.

Le hemos venido diciendo al gobierno, porque en diciembre estuvimos en Nariño y la situación derivada de los cultivos de droga sí ha generado presencia (de grupos criminales) dedicados al narcotráfico”,

contó, y anunció que analizará el tema el lunes con Jean Arnault, jefe de la misión de la ONU en Colombia.

No se puede hablar de algo sistemático y de exterminio, pero sí tenemos que trabajar el gobierno y las organizaciones sociales para evitar que mueran más líderes”,

señaló, en alusión al asesinato de activistas, el último de ellos en Urabá, denunciado el miércoles pasado.

La oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos cifró en 52 el número de líderes populares asesinados en ese país durante 2016, en su último reporte, de noviembre.

Negret dijo que visitó hace 15 días el Cauca junto con Piedad Córdoba, exsenadora y actual dirigente de la Marcha Patriótica, donde dirigentes locales dijeron sentirse intimidados.

El gobierno descartó este viernes que en Cauca haya “razones para afirmar que grupos armados organizados estén dedicados” a matar y amenazar a líderes sociales.

Cada uno de los panfletos ha sido analizado y hemos encontrado que la mayoría son falsas amenazas, son instrumentos de miedo entre la población y por eso los hemos podido descartar como fuente o indicio de grupos organizados”,

afirmó Juan Carlos Restrepo, director de seguridad de la Presidencia.

Restrepo reconoció que aunque “el paramilitarsmo” es “un fenómeno del pasado, “hay acciones de grupos criminales que atentan contra los líderes en las regiones”.

“Esto nos preocupa y el Estado se está concentrando en llevar la presencia de la Fuerza Pública a todos los rincones del país”, afirmó.

Con AFP

 

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