“Venía en el vuelo AV9276 Neiva-Bogotá, y por alguna razón un pasajero decidió que el pasajero con el que viajaba y yo éramos homosexuales y nos empezó a insultar. Como resistencia, esperamos a que el avión estuviera en el aire para discutir con mi colega cómo la homosexualidad a veces genera ciertas tendencias agresivas, debido a la represión de la sexualidad, y celebramos la diversidad (que es lo que documentamos en los bosques y paisajes de Colombia), y cómo la homofobia provoca situaciones de violencia”, dice Daniel Vásquez, el pasajero que hizo la denuncia vía Twitter.

La actitud de la tripulación en el manejo de la situación fue criticada por las presuntas víctimas.

“Las azafatas de #Avianca, muy diligentes, nos pidieron que nos cambiáramos de asientos y nos calláramos. El resto del vuelo fue un cuchicheo entre el pasajero en cuestión (el agresor) y las azafatas, mientras su novia/secretaria/amante/asistente le pedía que se calmara y nos pedía a nosotros que nos moviéramos de asiento”, agrega.

Avianca respondió en apoyo de sus azafatas, en un comunicado de prensa.

“En línea con los postulados de seguridad y de servicio que enmarcan la misión de nuestros auxiliares de vuelo, pudimos establecer que su actuación estuvo encaminada en todo momento a preservar el orden a bordo de la aeronave así como la integridad de todos los ocupantes del avión. Gracias a las medidas adoptadas, el vuelo en mención desabordó sano y salvo como bien lo destaca el viajero en su nota del evento”, dice.

Pero el incidente no se restringió a lo que pasó dentro del avión. Una vez en tierra, la policía retuvo a los denunciantes porque, supuestamente, habían agredido a la tripulación.

“Tres policías nos retuvieron nuestras cédulas, uno me agredió empujándome (y cuando me quejé dijo que todo estaba grabado – ojalá). Después de esperar un tiempo, resulta que las azafatas se negaron a poner una queja en Medicina Legal, y desaparecieron”, dice Vásquez.

Los policías tuvieron que devolverles las cédulas y liberarlos.

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