La primera iniciativa provino del jefe negociador del Gobierno en los diálogos con las Farc, Humberto de la Calle, quien invitó a los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana a hablar de manera sensata “porque la gente está cansada de la pelea”. 

Uribe y Pastrana son fuertes críticos del acuerdo de paz alcanzado por el Gobierno colombiano con las Farc, y el pasado 31 de agosto divulgaron un vídeo en el que reiteran su oposición a lo pactado.

Yo quiero llamar expresamente al expresidente Uribe y al expresidente Pastrana a que nos sentemos a conversar de manera sensata, sosegada, minuciosa y con tiempo”,

manifestó De la Calle en un acto realizado en la Universidad del Norte de Barranquilla.

De la Calle dijo además: “la gente está cansada de la pelea, sentemos tranquilamente y hablamos como compatriotas”.

A nombre de este equipo reitero, doctores Uribe y Pastrana, estamos listos para conversar”,

añadió.

Simultáneamente, Uribe también propuso un debate, con alguno de los líderes del movimiento del No, que confrontara directamente al presidente Santos.

Uribe no intervendría

para evitar la distorsión de presentar este tema, delicado para la Patria, como un enfrentamiento personal de Álvaro Uribe Vélez contra el Presidente de la República”.

Según Semana, Uribe se marginó de un foro de la Andi al enterarse que podría compartir escenario con De la Calle.

Uribe dijo que

el plebiscito propone elevar a la Constitución, con carácter inmodificable, los acuerdos de La Habana, y el tema no ha tenido pedagogía sino presión publicitaria y coacción de diversas formas, los votantes del Si tienen ilusión de paz, los votantes del No también quieren la paz pero estiman que los acuerdos no la garantizan”.

El jefe negociador comentó que hay varios puntos en los que los colombianos deben comprometerse una vez se celebre el plebiscito del próximo 2 de octubre en el que los ciudadanos votarán “sí” o “no” al acuerdo de paz.

El 3 de octubre es el día de la unión de los compatriotas y un pacto nacional debería basarse primero en el reconocimiento de un hecho trascendental de la dejación de armas de las Farc, eso no se puede minimizar, ese es un primer reconocimiento”,

manifestó.

El jefe negociador agregó que la dejación de armas de las Farc supondrá un cambio en el modo de hacer política en el país.

No puede haber justicia privada en Colombia (pues) no hay violencia buena, todas las violencias son condenables”,

afirmó.

De igual manera, aseguró que hay que limpiar la política “hacerla más higiénica, aclarar la financiación de campañas, dar garantías, una política incluyente”.

Como último compromiso destacó la necesidad de librar “una batalla de verdad contra la inequidad social, una sociedad no puede estar basada en la discriminación”.

Con EFE

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