En el primer caso, las autoridades confirmaron el asesinato del conductor de la ambulancia Ángel Giovanny Aparicio, de 42 años, en el barrio Laureles (Bosa) a las 9:00 de la noche.

Según la información emitida por Noticias Caracol, Aparicio estaba frente a su vivienda cuando se generó un intercambio de disparos, presuntamente, entre bandas de microtráfico. Fue impactado en el pecho por una bala perdida y murió en el hospital Pablo VI.

El oficial de inspección de la Policía coronel Óscar Velasco enfatizó que el operario no tenía ninguna relación con los delincuentes. Así lo explicó en el noticiero:

Se puedo establecer que unos individuos (armados) que perseguían a otro, al parecer, por un ajuste de cuentes intentaron lesionar a esa persona. Infortunadamente pierde la vida una persona (Aparicio) que, la Policía recalca, no tenía nada que ver en este hecho”.

Autoridades continúan con la investigación de las cámaras de seguridad para identificar a los responsables.

Robado y asesinado en su casa

En el otro homicidio perdió la vida Gustavo Manuel Vidal Contreras, de 40 años y tapicero de vehículos.

El hombre fue hallado muerto dentro en una habitación de su vivienda, en la carrera 111B con calle 65B (Engativá), con al menos 13 heridas por arma blanca causadas en los brazos, piernas y cuello, confirmó una fuente judicial a Pulzo.

Las primeras versiones recolectadas por el CTI indican que un hombre ingresó al inmueble y se llevó varios objetos que hacían parte de los elementos de trabajo de la víctima.