Bajo falsa alarma de bomba, los subversivos raptaron a los asistentes, la mayoría personas adineradas.

Juan Daniel Otoya, que ahora tiene 28 años, se salvó de ser tomado rehén porque solo tenía 10 años. Pero sus padres y su hermano estuvieron seis meses en poder de la guerrilla.

“Lo que yo más recuerdo es la cara de mi mamá, una cara que yo no me la puedo sacar de la memoria. Una cara de angustia, de dejarme solo”, dice.

Según el sacerdote Jorge Humberto Cadavid, que estuvo 18 días en poder de la guerrilla, el Eln necesitaba dinero y un “golpe mediático” por el protagonismo que tenían entonces las Farc, sumidas en los fallidos diálogos del Caguán con el presidente Andrés Pastrana (1998-2002).

Los secuestrados de La María fueron liberados a las horas o más de seis meses después, según un reporte del estatal Centro Nacional de Memoria Histórica. Muchos, entre ellos los Otoya, debieron pagar por su libertad.

Juan Daniel recuerda que mientras estuvo sin sus padres, viviendo donde un tío, se escudó en jugar y pintar, principalmente eventos violentos.

“Yo estoy traumatizado y decidí que iba a hablar de esto”, explica este artista de 28 años, sobre esta recordada acción del Eln.

Con obras de dos metros de largo por dos de ancho, en acrílico sobre lienzo, Otoya busca hacer reflexionar sobre el cruento conflicto armado colombiano.

“Las víctimas han estado por mucho tiempo como en silencio (…) Plasmarlo en una pintura, para mí, ha sido sacar todo eso y ponerlo de frente”, comenta sobre sus obras, que quiere exponer como homenaje a la memoria del país.

Para él, la paz con el Eln es factible, pero “es un trabajo muy largo y muy difícil”.

Ahora, este joven pinta sobre este “hecho atroz” (el secuestro de su familia) para sanar las heridas “de odio, de impotencia”.

AFP

Juan Daniel Otoya
Juan Daniel Otoya / Foto: Luis Robayo - AFP
Juan Daniel Otoya
Juan Daniel Otoya / Foto: Luis Robayo - AFP
Juan Daniel Otoya
Juan Daniel Otoya / Foto: Luis Robayo - AFP

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