Ahora, la reforma pasa a la discusión en plenaria, es decir, con todos los representantes.

Entre lo aprobado este lunes está la creación de una Comisión de Aforados, la cual se encargaría de los procesos judiciales contra los magistrados de las altas cortes (Constitucional, Suprema de Justicia y Consejo de Estado) y el Fiscal General.

También se llegó a un acuerdo para que a partir de 2022 las listas al Senado y la Cámara sean cerradas. ¿Qué quiere decir eso? Que en lugar de votar por un solo candidato al Congreso, se vote por una lista de aspirantes.

“Esta figura democratiza los partidos, hace menos costosas las campañas políticas, desdibuja el caudillismo y promueve la democracia interna, entre otros”, dice Guillermo Rivera, ministro del Interior, citado por un comunicado.

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De otro lado, se aprobó un cambio para que los candidatos para magistrados del Consejo Nacional Electoral sean postulados por decanos de las facultades de Derecho de universidades públicas y privadas.

Los decanos escogerán un grupo de tres aspirantes, y el Congreso tomará la decisión final.

Además, se autorizó que para los mecanismos de participación ciudadana se puedan usar medios digitales, “los cuales serán reglamentados por la ley”, explica el Ministerio del Interior.

Si esta reforma se aprueba, los movimientos políticos podrán tener personería jurídica si sus afiliados llegan al 0,3 % del total de personas habilitadas para votar.

La cifra “se incrementará a 0,5 %  el 1 de enero de 2019”.

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