‘Santrich’ fue capturado esta semana por, supuestamente, tener intenciones de exportar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos, luego de que agentes de la DEA le tendieran una trampa.

Como resultado del negocio, ‘Santrich’ recibiría 15 millones de dólares, en un negocio que se haría con la participación del cartel de Sinaloa.

Dado que ‘Santrich’ estaba a punto de convertirse en representante a la Cámara por Atlántico, y recibiría un ingreso mensual de 30 millones de pesos, la revista Semana descarta que el enriquecimiento personal haya sido la motivación, y plantea otras 3 hipótesis sobre para qué iba a usar los 15 millones de dólares:

  1. Financiar las actividades políticas del partido de las Farc;
  2. Armar las disidencias;
  3. Sostener un plan B para volver a la lucha armada en caso de que definitivamente se acabe el proceso de paz.

La primera hipótesis aunque es ilegal no genera tanta preocupación como la segunda y la tercera.

Además, luce débil porque la Farc recibe financiación del Estado y, si esta es vista como insignificante, existe la acusación de que el grupo guerrillero no entregó todos los bienes que tenía luego de su desmovilización y que muchos creen serán empleados para este fin.

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La tesis no es traída de los cabellos. De hecho, la iniciativa de eliminar los 3 ceros al peso busca que las caletas en pesos pierdan su valor o que, al tratar de cambiarlas, serán incautadas (aunque hay analistas que creen que hay más caletas en dólares y lingotes de oro).

Pero la hipótesis de armar a las disidencias o tener un plan B para rearmarse son las que generan más preocupación porque confirmarían que la Farc está jugando a la combinación de las formas de lucha, como en los años 80 hizo la Unión Patriótica.

“Si Santrich… no buscaba el provecho individual, sino la viabilidad de continuar un proyecto colectivo armado… significaría que la Farc estaría regresando a una nueva forma de combinar formas de lucha, con una bancada de 10 miembros en el Congreso y grupos armados en el territorio”, dice Semana, agregando que si tal es el caso eso “obliga a repensar la posibilidad de que formen parte orgánica de la Farc”.

Esta posibilidad ya ha sido denunciada por el candidato presidencial Germán Vargas Lleras, cuando fue interrogado sobre qué hará con la violencia narcontraficante, durante el Gran Debate del Pacífico.

Vargas no habló de disidencias sino de ‘retaguardia’ y planteó combatirlas con las armas.

“No es coincidencia que las disidencias de las Farc coincidan perfectamente con las zonas de mayor cultivo de coca y de mayor tránsito de la misma”, dijo.

Y continuó: “Hay que combatirlas. Hay que ver lo que está pasando en el Cauca, en el corredor Corinto-Santander [de Quilichao]-El Naya, todos en manos de las Farc. Hay que ver lo que está pasando en Tumaco con el famoso Guacho, a quien yo denuncié hace muchos meses, las Farc no pueden dejar una retaguardia narcomilitar que particularmente opera en el suroccidente de Colombia”.