Podemos poner en crisis a este gobierno actual y, por qué no, poner a unos 5 francotiradores en las principales ciudades de Colombia y empezar una temporada de caza…”,

decía el hombre cuya identidad fue conocida en las últimas horas.

Según el portal Confidencial Colombia, que reprodujo un tuit del investigador Andrés Charry, Martínez Loaiza tiene una investigación disciplinaria de la Procuraduría, en los años en los que fue policía, y negocios de minería en Bolivia.

Desde las redes sociales, el subintendente retirado montaba videos criticando al gobierno del presidente Santos y pedía actuar con violencia contra el Estado.

Era recurrente que evocara mensajes políticos del extinto líder paramilitar Carlos Castaño a quien señala de ser un visionario de la actual situación colombiana.

El video, que corre a través de cadenas de WhatsApp y se ha compartido además por YouTube, Twitter y Facebook, fue publicado por el portal Las2Orillas.

Ahí aparece un sujeto, entre los 30 y los 40 años de edad, que sugiere asesinar al presidente Juan Manuel Santos bajo la acusación de ser el “encargado de manera ruin y miserable de entregarnos aportas del fracaso, de la humillación, de la vergüenza nacional y mundial” por firmar el acuerdo de paz con las Farc.

El artículo continúa abajo

Y prosigue su justificación siguiendo el ejemplo de la Rusia de Joseph Stalin que acabó con hegemonía de los zares asesinando a la familia de Nicolás II o las ejecuciones públicas bajo el peso de la guillotina durante la revolución francesa.

Además, sugirió matar sistemáticamente a los políticos que él considera que son “vendidos a los narcodólares” y que al igual que Santos, según dice, “sabemos cómo viven, cuáles son sus itinerarios… los tenemos marcados a todos y a cada uno de ellos”.

Y tiene tiempo para lanzar otra amenaza:

Yo creo que lo que está haciendo el Gobierno con ‘blindar’ los acuerdos con todos estos miserables (las Farc), no es otra más que darle rienda suelta a una nueva época de autodefensas, solo que desde pueblo, con una guerra mucho más peligrosa: la urbana”.

 

 

LO ÚLTIMO