El sábado 24 de marzo Juliana Ramírez publicó su nota en Noticias Uno en la que daba a conocer un informe de Ecopetrol reportado a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) en febrero de 2017, en el que se solicitaba la aprobación de recursos para la intervención del pozo Lizama 158, que para esa fecha se encontraba inactivo.

Al día siguiente, Noticias Caracol transmitió como nota exclusiva una con el mismo enfoque, basado en el mismo documento que Ecopetrol reportó a la ANLA el año pasado. La autora de esta nota, Sol Suárez Jaramillo.

Fue entonces cuando la periodista de Noticias Uno se despachó contra su colega en Twitter. Lo hizo primero respondiendo a la cuenta de Noticias Caracol cuando divulgó la nota de Suárez: “Qué buena versión de mi nota. Por lo menos se hubieran esmerado en quitar el resaltador azul. Qué plagio”, escribió Juliana Ramírez.

Luego pasó a criticar a la otra periodista desde su cuenta.

Empiezan entonces las réplicas de Sol Suárez, afirmando que no hace periodismo mirando noticieros, y admitiendo después que sí hubo un error al calificar de exclusiva la nota.

¿Ahí quedó la pelea? No. Pero es necesario hacer una pausa para verificar lo absurdo de esta disputa. En primer lugar, ¿se trata en realidad de un plagio? El documento fue elaborado por un tercero y está comprobado que ambas periodistas lo tuvieron en sus manos. Así que no es descabellado decir que acusar de plagio a quien obtiene después un informe de una misma fuente, es tan absurdo como firmar un comunicado de prensa. La nota de Suárez revela además otras pruebas (chats de WhatsApp) que no tiene la de Ramírez, relacionados con presuntas fallas en las maniobras del pozo.

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Ramírez no dice que los subrayados en azul son hechos por ella. Es más, aunque se trata del mismo informe, las páginas expuestas en las notas y subrayadas en azul no son las mismas. Ahora bien, ¿merece el periodismo este afán de protagonismo motivado por el “yo hice”, “yo saqué primero” “yo tengo la exclusiva”?

“Qué tristeza que @Julianaramirez6 defienda su periodismo acusando el trabajo responsable de los demás como plagio” publica en su twitter Sol Suárez, quien sabiendo que si nada debe nada teme, bien pudiera hacer omisión de la acusación, pero con el ego herido o su reputación en entredicho (Juliana Ramírez tiene más de 5.000 seguidores en esa red), se lanzó en busca de reparación.