Sobre el exsenador liberal se ha dicho que pasó de ser un fabricante de quesos en su natal Sahagún, a ser uno de los hombres más ricos e influyentes de Córdoba, Sucre y Bolívar.

Su acentuado poder político en esa región, duramente golpeada por la presencia de ejércitos paramilitares, ha servido como plataforma para el lanzamiento de campañas al Congreso como la del cuestionado Musa Besaile, o la de Bernardo ‘Ñoño’ Elías, ambos del partido de La U, explica El Espectador.

Sin embargo, su más importante aporte ha sido para Mario Uribe Escobar, primo del expresidente Álvaro Uribe, actualmente condenado por la Corte Suprema de Justicia a 7 años de cárcel por sus vínculos con grupos paramilitares.

Su influencia en municipios como Sahagún, Montelíbamo, Planeta Rica y Chinú fue determinante para que Mario Uribe consiguiera miles de votos en Córdoba. Bula terminó siendo suplente en el Senado de Uribe (SIC) y lo reemplazó cuando él empezó a ser investigado por parapolítica”, destacó el periódico.

Alianza para el despojo

Para entonces, ya era un hecho comprobado que su bagaje político servía como espolón para duplicar votos y catapultarse en la política. Así como también que su millonario patrimonio lo habría multiplicado comprando tierras baldías para revenderlas a sociedades privadas.

Pero un reportaje de la Silla Vacía reveló que esos negocios se hicieron bajo la presión ejercida por los paramilitares sobre numerosas familias campesinas para que vendieran baratas sus parcelas.

En pleno auge de la violencia paramilitar, los Montes de María, una subregión del caribe colombiano conformada por 15 municipios de los departamentos de Bolívar y Sucre, Otto Bula compraba tierras despojadas para darles apariencia de legalidad, según Noticias Uno.

Testaferro y danza de los millones

Así, Otto Bula habría servido como intermediario en la compra de la finca Xochimilco en San Antonio de Pereira (Antioquia) que era propiedad del narcotraficante Nicolás Bergonzoli, preso en Estados Unidos y testigo clave en casos de parapolítica.

El ventilador lo prendió el extraditado narcotraficante Juan Carlos ‘El Tuso’ Sierra, quien dijo que esa finca la compró Bula, pero creía que era de Mario Uribe, destacó el noticiero.

Y no solo eso, Sierra agregó en una declaración juramentada en 2010 que Bula fue testaferro de Mario Uribe, que llegó a administrar sus propiedades, incluido el ganado.

Otto Bula tiene un patrimonio superior a los 3.245 millones de pesos, representado en fincas y lotes en Montería y San Pelayo; también tiene otras propiedades en Los Montes de María con las que ya contaba en 2004.

En 2007 incrementó su patrimonio con la compra de “un apartamento, una casa y una oficina en el barrio El Poblado de Medellín; otra vivienda en esa misma ciudad, en el barrio Lleras, y un predio en su natal Sahagún de 290 hectáreas”, agregó El Espectador.

Daniel Coronell agrega que justamente ese periodo corresponde  a los 3 años (2007,2008 y 2009) en los que hubo los mayores atropellos contra campesinos.

“Cada semana llegaban hasta las cabaceras municipales campesinos acarreados en camiones para transportar ganado. Hasta allí eran arriados para que firmaran y pusieran sus huellas digitales en promesas de compraventa y escrituras. A cambio de cifras muy modestas entregaban los títulos de las propiedades que habían pertenecido por generaciones a sus familias”, subraya el periodista en su columna de Semana.

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