En el acta de acuerdo se menciona el compromiso de “evitar cualquier acto de confrontación y mantener un clima de paz y convivencia que permita un diálogo fluido para encontrar soluciones conjuntas a los problemas de los pueblos indígenas”.

Asimismo, se indicó que las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Defensoría del Pueblo de Colombia harán “monitoreo de este acuerdo en los diferentes puntos geográficos en coordinación con el programa de defensa de la vida y los derechos humanos del CRIC”.

Como parte de la protesta, denominada “Minga Nacional”, los indígenas paralizan desde el 30 de octubre carreteras claves como la Vía Panamericana a su paso por el Cauca, una región del suroeste del país en donde las comunidades ancestrales son más poderosas.

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El Gobierno colombiano se levantó el domingo de la mesa de diálogo con los indígenas y condicionó su reanudación al despeje por parte de los manifestantes de la Vía Panamericana, una de las más importantes del país.

“Respetados voceros del Consejo Regional Indígena del Cauca, si no hay despeje de la carretera Panamericana el Gobierno no regresa a la mesa de conversaciones”, indicó el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien viajó ayer al municipio de Caldono, en el departamento del Cauca, para liderar el diálogo.

EFE