El argumento del Ministerio Público indica que Ányelo Palacios no cometió ninguna falta disciplinaria al entregar declaraciones en medios de comunicación referentes a la ‘comunidad del anillo’.

Asimismo, la Procuraduría General indica, en un comunicado, que Palacios no necesitaba pedir permiso a sus superiores para hablar de su vida personal, ya que “se trataba de una víctima de presunto abuso sexual y respecto de ello no se conoce ninguna norma que prohíba denunciarlo públicamente”, aclarando que por ser un servidor de la Policía Nacional no se le puede “suprimir ni eliminar los derechos inherentes al ser humano”.

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El organismo es claro al advertir al Control Interno de la Policía que “la objetividad debe imperar en el proceso investigativo, que la presunción de inocencia se mantiene hasta el final del juicio, que el derecho de defensa no es simplemente ordenar y practicar pruebas solicitadas por el acusado y que estas tienen igual valor que las utilizadas para acusar”.

Así las cosas, la Procuraduría concluye diciendo que como a Palacios no se le ha comprobado ninguna falta disciplinaria la Policía deberá reintegrarlo a su cargo.

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