Curiosamente, según un sondeo de la firma Datexco para ‘La W’, la mayoría no está de acuerdo con la absolución (70,3 %), versus solo 8,3 % que sí.

Por esta razón, a ese 70,3% le queda difícil aceptar quiénes fueron los realmente malos del proceso, por acción u omisión.

Lo primero que no aceptan es que Luis Andrés Colmenares murió en forma accidental: cayó de cara sobre los adoquines del canal del Virrey, quedó inconsciente, y murió ahogado.

De ahí para adelante, la tesis que salió derrotada, la de que murió por golpes de terceros, pone en evidencia los errores y horrores de quienes la promovieron y apoyaron. He aquí el listado, y sus pecados, que podrían ser apelados en Tribunal Superior de Bogotá y la Corte Suprema de Justicia.

Fiscal Antonio Luis González

Destrozó la necropsia inicial que respaldaba la muerte accidental y acusó a su autora de querer encubrir el crimen. Entrevistó a los estudiantes que estuvieron con Colmenares el día de su muerte, sin la presencia de sus abogados, y les interceptó los teléfonos.

“Se frotó las manos cuando supo que cerca de la discoteca donde celebraron Halloween había estado aquella noche Carlos Cárdenas, ex novio de Laura Moreno”, dice la revista Semana.

González montó la teoría de que Cárdenas tendría motivos pasionales para haber cometido el crimen, y lo acusó de asesino, basado en el testimonio de un testigo que, a la postre, resultó falso.

Forense Máximo Alberto Duque

Hizo un trabajo forense que, tal como aparece descrito en medios de comunicación, fue una completa chambonada, pues “extrajo el cadáver y lo expuso sobre cartones, en un piso de tierra con la asistencia de personal sin guantes ni tapabocas”, agrega Semana. Como si fuera poco, agrega la juez citada por la revista, usó un cuchillo de cocina y en el procedimiento perdió fragmentos de hueso, que luego reportó como lesiones provocadas antes de morir.

La familia Colmenares y el Fiscal González le habían encargado revisar la necropsia inicial.

Según sus conclusiones, Colmenares había recibido una golpiza, “que se reflejaba en al menos 11 lesiones distintas”. Y González le agregó, de su cosecha, para quedar en concordancia con lo que denominaba Duque una ‘herida patrón’, que le habían dado un botellazo.

Duque también documentó otras presuntas lesiones que no habían sido reportadas en la primera necropsia: hemorragias en las vértebras superiores, y otras que demostrarían que habría muerto bocarriba y luego puesto bocabajo en el túnel del caño del Virrey.

“Con su pericia llevó al engaño a las víctimas, a pensar que se trataba de una golpiza, y lo mismo hizo que este proceso llegara hasta un juicio… (Duque) quiso llevar al juzgado a equívocos, aprovechando que un juez es un lego en la ciencia de la medicina”, dijo la juez, citada por El Tiempo.

Los bomberos

El primer grupo que llegó no ingresó al túnel en el que fue encontrado el cadáver por un segundo grupo de bomberos. La juez describe su inspección como ligera y superficial. “De haber cumplido debidamente con su trabajo otra sería la historia”, dice Semana.

“El testimonio de los primeros bomberos quedó sin credibilidad”, dice El Tiempo.

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