El caso se presentó el 10 de mayo del 2016 en el apartamento 401 de la Calle 91 No. 9-16, norte de Bogotá.

Tal como denunció Pulzo, ese día la empleada fue acusada por sus patrones del robo de 2 millones de pesos y, con la participación activa del abogado, fue sometida a maltratos que rondan el código penal.

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La empleada fue interrogada, sus pertenencias requisadas, y también fue amenazada con ser sometida a torturas por parte de los guardaespaldas del dueño de la casa. Como si fuera poco, fue desnudada para confirmar que no tenía los 2 millones en sus partes íntimas y, finalmente, sacada a la calle a media noche solo con lo que tenía puesto, pues le retuvieron sus pertenencias, documentos y celular.

Al día siguiente fue citada para una prueba de polígrafo en el norte de Bogotá, condición indispensable para devolverle sus pertenencias, lo que, a pesar de que la hizo, no ocurrió sino hasta 5 días después.

La empleada instauró una denuncia ante la Fiscalía, pero en la versión que dio el abogado Rodríguez Galeano a Noticias Uno, aseguró que ella se había retractado en la audiencia de conciliación, lo que es falso: ella atendió la citación el martes 26 de julio a las 11 de la mañana a la Casa de la Justicia de Fontibón, y manifestó que no había ánimo conciliatorio. (Ver imagen abajo)

De hecho, dado que en la denuncia no constan todos los hechos y posibles delitos, la empleada hará ampliación de denuncia en los próximos días.

Insistiendo en la validez legal de la prueba del polígrafo (que no es admitida en los tribunales colombianos, ni siquiera por la Corte Suprema de Justicia), Rodríguez Galeano también mintió cuando dijo que el resultado incriminaba a la empleada. El abogado dijo que esa prueba confirmaba que ella sí había robado el dinero.

Con la advertencia de que no sabían que la empleada había sido coaccionada para realizarse la prueba, un representante de la firma Grupo 7, que la realizó, dijo que esta resultó normal.

“Ella misma lo dijo: el que nada debe, nada teme”, dijo Víctor Henao, técnico del polígrafo.

En la nota que publicó Pulzo, se enumeraron los delitos en los que supuestamente podría haber incurrido el abogado Rodríguez Galeano y otras personas que estaban dentro del apartamento.

  • Ninguna autoridad, menos particulares como Rodríguez Galeano, puede retener los documentos de identidad a un ciudadano.
  • Al haberle revisado el celular violaron la privacidad de sus comunicaciones.
  • Rodríguez Galeano podría estar expuesto a una sanción disciplinaria por mal ejercicio profesional y hasta la cancelación de su tarjeta profesional.
  • A pesar de que se le hizo firmar a la empleada una carta en la que decía estar de acuerdo con la realización de la prueba del polígrafo, por haberla puesto como condición para la devolución de sus pertenencias, el abogado Rodríguez Galeano podría haber incurrido en el delito de costreñimiento.
  • Todo lo que ocurrió dentro de apartamento puede tipificarse como retención ilegal y tortura.
  • Ella tenía derecho a que le hicieran una liquidación con todas sus prestaciones de ley.

Citada por Noticias Uno, la representante a la Cámara Angélica Lozano dijo que este es “un cuadro de completo abuso del derecho”.

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