En el texto, Fuentes supuestamente, además de negar la golpiza, dice que “no hay fotografías”, luego agrega una frase que claramente pone en evidencia que Rugeles fue el autor del texto, pues es calcado de lo que dijo en el video en el que aparece reconciliado con su última víctima golpeada, Marcela González Olaya:

“Se trató de una situación personal que resolveré en privado como cualquier particular y en los escenarios que correspondan. Pido respeto a mi intimidad y a esta decisión”.

Vea las similitudes con la declaración de este video:

Fuentes dijo en un comunicado publicado el Twitter que “corresponde a un texto que el señor Rugeles pretendió obligarme a publicar cuando la periodista Vicky Dávila mencionó que había habido unas fotografías de la golpiza“.

El abogado Abelardo de la Espriella sí reconoció que una abogada adscrita a su firma acompañó a Rugeles a una diligencia a una Comisaría de Familia, “proceso que llegó a buen puerto gracias a que las partes conciliaron” y negó que aquel hubiera demandado a Fuentes y que el juez hubiera decretado medidas cautelares a su favor.

La abogada que habría asesorado a Rugeles sería Karen Juris, empleada o socia y familiar de de la Espriella, a quien delega asuntos en los que está interesado personalmente.

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Pero Fuentes reiteró en El Espectador que la conciliación que menciona fue realmente presionada.

“Luego él subió unas fotos a su Twitter golpeado, diciendo que yo lo había agredido. Lo siguiente fue que me llegó una notificación: él me había denunciado por lesiones personales y su abogado era Abelardo de la Espriella. Al final él retiró su denuncia, mi proceso sí continuó. Tuvimos una audiencia, nos tocó con una mujer, creo que era fiscal, o juez, no sé. Ella determinó que él también necesitaba medidas de protección. A mí me pareció indignante. Increíble. No entendía por qué, yo no quería estar cerca de él, le tenía miedo, nunca le hice daño. Luego vino la conciliación. La verdad no quería verlo más, temblar, asustarme. Decidí conciliar. Eso fue en 2016”, dijo.

Con diferentes palabras, la versión de Fuentes fue reproducida por Catalina Ruiz-Navarro y Cecilia Orozco en sus columnas de El Espectador, y de la Espriella las conminó a rectificar.

Para Fuentes es inverosímil que un abogado de la trayectoria de de la Espriella creyera que la Fiscalía General de la Nación abriría una investigación penal por una discusión verbal.

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Agrega que Rugeles fue quien aseguró que de la Espriella era su representante legal.

La respuesta de de la Espriella, además de las observaciones de Fuentes, por más que invoque la inexistencia de documentos, no desvirtúa que haya habido presión para alcanzar la conciliación.

Así mismo, que haya sido una empleada o socia suya o él mismo el abogado es casi equivalente, y tampoco explica porque casi siempre en todas las polémicas en las que aparece involucrado Rugeles él, de la Espriella, es un protagonista silencioso.

De la Espriella sí criticó a la maltratada compañera actual de Rugeles, a quien dice solo haber visto una vez, por su afirmación de que temía que le mandara matones para amedrentarla.

Comunicado de Johana Fuentes:

Comunicado de Gustavo Rugeles:

Comunicado de Abelardo de la Espriella:

 

 

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