Varias cuentas en Twitter han comenzado a comentar las intenciones del expresidente de Colombia.

Vladdo, por ejemplo dijo:

El expresidente Uribe se reunió en días pasados con congresistas estadounidenses en Washington donde descalificó los acuerdos.

“Un acuerdo de paz que le da impunidad total al grupo terrorista mayor traficante de cocaína en el mundo, que considera al narcotráfico como delito político en un país que ha sufrido toda suerte de atrocidades por el narcotráfico, es un acuerdo que no es sostenible. Un acuerdo de paz que permite que los responsables de delitos de lesa humanidad sean elegidos aún sin cumplir penas, un acuerdo de paz que no trae penas adecuadas para los responsables de esos delitos, no garantiza una paz estable. Pero además, hay un problema grave de violación a la democracia”, dijo a la salida de su encuentro.

Cuando Donald Trump ganó las elecciones, Uribe lo felicitó con el siguiente mensaje:  “Felicitaciones Presidente Trump; el narcoterrorismo de Colombia y la tiranía de Venezuela son los grandes enemigos de nuestra democracia”.

A esta estrategia se le adelantó el Gobierno de Santos, que aprovechó las buenas relaciones entre el embajador Juan Carlos Pinzón y el exalcalde de Nueva York, Rudoph Giulianni, para lograr un breve diálogo entre el presidente y el magnate inmobiliario, pocos días después de las elecciones.

En ese momento no quedó clara cuál va a ser la actitud del presidente electo respecto de Colombia en los temas de interés para Estados Unidos, que no son otros que el narcotráfico y el Tratado de Libre Comercio.

Y aunque la actitud respecto de Colombia y las políticas del gobierno actual es un misterio, la realidad es que el apoyo financiero de 400 millones de dólares al posconflicto podría peligrar con la llegada de Trump y un Congreso de mayoría republicana.

El exministro Mauricio Vargas hace la advertencia en su columna de El Tiempo de este domingo.

Pero ese apoyo, que ahora hace falta para el posconflicto –el llamado plan Paz Colombia, negociado con Obama, y con republicanos y demócratas del Congreso–, peligra con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Primero porque Trump cree que Estados Unidos gasta demasiado dinero en ayuda a otros países. Y segundo, porque el descomunal aumento de los narcocultivos en Colombia, que pasaron de 40.000 hectáreas a más de 150.000 en tres años, nos deja en pésima posición ante el nuevo gobierno.

Vargas considera que en el mejor escenario, Trump condicionará la ayuda a que se reduzcan los cultivos ilícitos en un tiempo muy breve. En el peor de los casos, Estados Unidos cerrará en Tratado de Libre Comercio y cerrará las fronteras a exportaciones colombianas.

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