El jueves, el Gobierno y las Farc acordaron el fin del conflicto, la entrega de las armas y la desmovilización de los guerrilleros. 

  1. Las diferencias se resuelven hablando

“(…) llegaron a un acuerdo, imperfecto, sin duda, pero que introduce una idea revolucionaria para la historia del país: las diferencias se resuelven hablando, no disparando. Noble y sencillo ideal que hace falta en el diario vivir de los colombianos… qué tal que el país entero decidiera abandonar la violencia y empezar, ahora sí, a solucionar los problemas profundos que tenemos, pero juntos, bajo las reglas del respeto, de la democracia”. Editorial El Espectador.

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  1. Cambios que garanticen justicia

“Pero (el acuerdo) exige de verdad unos cambios históricos, nada melodramáticos, pero hechos con grandeza y pensando en la gente, cambios que garanticen un poco de justicia en el país más desigual del continente, ingreso social para los jóvenes, y convocar de verdad a la comunidad a inventar una paz con imaginación que nos incluya a todos, que traiga algo nuevo a nuestras vidas. Exigiría también frente a la oposición, que está en su derecho de pensar distinto, un lenguaje más respetuoso, menos lleno de desplantes y de arrogancia”. William Ospina, El Espectador.

  1. Nada de ‘castrochavismo’ 

“(…) El acuerdo que será alcanzado, según lo que ya se conoce, no sólo beneficia a los guerrilleros (como algunos han argumentado), sino que sobre todo es globalmente bueno para la sociedad colombiana. Uno puede discrepar de puntos específicos, pero un análisis sereno lleva a concluir que si se cumple lo pactado tendremos, dentro del marco de una economía de mercado, un desarrollo rural más dinámico y equitativo, una participación democrática más robusta y plural, y una política de drogas más razonable. Nada de castrochavismo, pero sí un esfuerzo notable por superar nuestras iniquidades y deficiencias democráticas”. Rodrigo Uprimny, El Espectador. 

  1. Cambiar la violencia por los votos

“Si de verdad se cumple que la guerrilla funde las armas y forma un movimiento político, y si se cumple también que el Estado deja de usar grupos paramilitares como brazo violento en la clandestinidad, habremos llegado al fin a la primera aspiración de toda democracia: reemplazar la violencia por el debate, la discusión y los votos”. Héctor Abad, El Espectador.

  1. Exigencia de tolerancia

“(…) hay que reconocer que las verdaderas condiciones para la paz no existen todavía. Nos abocamos a un proceso a mediano y largo plazo, que exigirá a los colombianos tolerancia y paciencia pero también mucha decisión política”. Piedad Bonnett, El Espectador.

  1. Plebiscito, oportunidad para sepultar la muerte

“(…) de autorizar la Corte Constitucional el plebiscito, esa será ocasión inolvidable para sepultar la muerte, el terror y sus pavorosos sostenedores. Los colombianos tienen la feliz oportunidad de expresar el deseo irrevocable de apoyar la paz, y decirles no a quienes hasta el último día de la guerra abogaban para que continuara el conflicto interno, la barbarie y la destrucción”. Ramiro Bejarano, El Espectador.

  1. Lo que no se negoció

“No se ha acabado la propiedad privada, no se va a expulsar a las multinacionales y se les respetarán sus contratos, no se ha terminado la separación de poderes”. Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado, en El Espectador.

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