Según dijo hoy la organización, la breve campaña entre el popular personaje de cómic y Naciones Unidas para el Empoderamiento de la Mujer se acabará oficialmente este viernes, aunque no como consecuencia de las quejas.

La designación de la Mujer Maravilla como embajadora honorífica estaba ligada a una campaña específica que se lanzó el 21 de octubre y que termina ahora, una práctica habitual en este tipo de iniciativas que involucran a personajes de ficción, recordó en un comunicado el portavoz Stéphane Dujarric.

Estamos extremadamente satisfechos con la concienciación que esta colaboración ha logrado”, señaló Dujarric.

La campaña, que coincidió con el 75 aniversario de la Mujer Maravilla, buscaba promocionar las metas sobre igualdad de género incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados el año pasado por la comunidad internacional para sustituir a los Objetivos del Milenio.

Sin embargo, la iniciativa ha recibido numerosas críticas y fue objeto de protestas por parte de empleados de la propia ONU.

Más de 44.000 personas apoyaron una petición en internet para reconsiderar el nombramiento de la Mujer Maravilla, al considerar que no es el símbolo más adecuado para difundir mensajes a favor de la igualdad.

Según sus impulsores, aunque originalmente la Mujer Maravilla podía tener un mensaje feminista, “la versión actual del personaje es una mujer blanca de proporciones imposibles, grandes pechos, ligera de ropa”.

Es alarmante que Naciones Unidas considere usar un personaje con una imagen abiertamente sexualizada en un momento en que los titulares en Estados Unidos y el mundo señalan la cosificación de las mujeres y niñas”, apuntaban.

Para muchos, el momento elegido tampoco fue el más adecuado, justo después de que nuevamente la ONU eligió a un hombre, António Guterres, como próximo secretario general.

‘WomanSG’, una campaña que defendió muy activamente durante la selección de una mujer para el puesto, también pidió dar marcha atrás al nombramiento de la Mujer Maravilla y sustituirla por una mujer real, un llamamiento que respaldaron varios Estados miembros.

EFE