En la selección de escenas, descrita por medios de EE. UU. como “su peor pesadilla”, se muestran las ‘inconsistencias’ y francas mentiras de Clinton sobre diferentes temas: su posición sobre el matrimonio gay, el escándalo de los correos electrónicos, su supuesta llegada a Bosnia bajo el fuego de francotiradores y su posición sobre el tratado de libre comercio con México.

“En el 2002 ella dijo públicamente que estaba contra el matrimonio gay, y estuvo en el Senado en el 2004 declarando su apoyo al matrimonio tradicional en el 2004. Para el 2013 cambió de opinión”, dice el portal Townhall, destacando las contradicciones sobre este tema.

El video abre con una escena en medio de un debate demócrata en la que el periodista Anderson Cooper le recuerda a Clinton que ha cambiado de opinión varias veces en diferentes temas y le pregunta si diría cualquier cosa para ser elegida presidenta. Ella contesta que ha sido “muy consistente” a lo largo de su vida y que siempre ha luchado por los mismos valores y principios.

A continuación, la evidencia comienza a desbaratarle esa afirmación: archivos de video la muestra diciendo que el matrimonio es “una unión sagrada entre un hombre y una mujer”, hasta que en el 2013 dijo que lo apoyaba, posteriormente, en una entrevista radial niega haber cambiado de posición por razones políticas y afirma tener un “fuerte compromiso con el tema”.

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Lo mismo sucede con su opinión sobre las políticas del presidente Obama, que rechazó en el 2008, pero con las que ahora promete continuar. Sobre el Nafta (tratado de libre comercio con México), que ella misma ayudó a aprobar, ahora dice que lo repudia y que siempre ha sido una crítica del tema.

Además, “una revisión de su extraño relato de su aterrizaje en Bosnia bajo el fuego de francotiradores en 1996… la muestra calmadamente caminando con su hija Chelsea desde el avión, posando para los fotógrafos… y estrechando las manos de una niña”, dice The Washington Post.

El Post agrega que el “pecado” no es que Clinton haya cambiado de opinión a lo largo de su carrera, pero recuerda que para confiar en alguien es necesaria la honestidad.

“Una persona que puede admitir sus errores, expresar genuino remordimiento, disculparse por sus errores en juicio o falla al actuar, y que revisa la historia solo para servir a la verdad, esa persona podría llegar a ser presidente de los Estados Unidos” agrega el medio.

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