Mientras Bill y Hillary Clinton respondían a las preguntas, sentados en un sofá, los reflectores detrás cayeron sobre ellos, lo cual generó caos y confusión en el momento.

Por fortuna, las luces calientes y pesadas no alcanzaron a lastimar a ninguno de los invitados. Llama la atención que en medio del bullicio, Hillary hace ruidos y exclamaciones, pero jamás pronuncia una sola grosería, lo cual es normal en la mayoría de personas.

Ese hecho fue mencionado por el entrevistador cuando más tarde narró el suceso.

Las imágenes muestran a una asustada Hillary en brazos de su esposo, mientras dice que se encuentra bien, que nada le pasó. Bill la mima un rato mientras todo vuelve a la calma.

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