“Asumo mi compromiso total y absoluto con este proceso de dialogo. A la Mesa de Unidad Democrática (MUD) le tiendo la mano y le tiendo la palabra también para conversar”, dijo Maduro frente a los representantes de la oposición.

“Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos para avanzar de manera progresiva y sostenida”, añadió el mandatario socialista. La MUD no intervino.

Tras su corto discurso, Maduro se levantó de la mesa para saludar de mano a sus adversarios, con quienes suele cruzar duros insultos, y luego se retiró del lugar.

Los negociadores permanecían en el museo junto con los representantes del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), incluido su secretario general, Ernesto Samper, y el exjefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

MUD dividida ante diálogo

Las conversaciones fueron instaladas por el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales del Vaticano, Claudio María Celli, quien manifestó que el papa Francisco “está hondamente preocupado por las tensiones” en Venezuela.

“El hecho de que estemos aquí es un momento muy positivo, pero hay que mirar lejos (…), les deseo un buen camino, un buen proceso de diálogo”, agregó Celli, quien pidió a las partes “gestos concretos”.

No se informó de inmediato la metodología de estos acercamientos.

La MUD está dividida frente al diálogo. Momentos antes del inicio de las conversaciones emitió un comunicado confirmando que uno de sus principales partidos, Voluntad Popular, fundado por el encarcelado Leopoldo López, se marginaba de los contactos porque cree que “no están dadas las condiciones”, al igual que otras 15 quince agrupaciones de la coalición.

La MUD precisó que la de este domingo era una “reunión exploratoria convocada por el Vaticano para definir los elementos que contribuirían a la realización de un eventual diálogo”.

Gobierno y oposición habían confirmado el sábado su asistencia el encuentro.

Incluso, Maduro canceló su participación en la Cumbre Iberoamericana que se celebró el sábado en la ciudad colombiana de Cartagena.

Torrealba también ratificó su comparecencia, aunque reconoció que existía un clima de “escepticismo y desconfianza”.

Este domingo, la Iglesia católica llamó a “respetar el compromiso” de iniciar conversaciones y evitar así una “espiral de violencia que suma en un mayor sufrimiento” de los venezolanos.

AFP.

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