Los uniformados que controlaban el cierre en el puente internacional Francisco de Paula Santander, entre Cúcuta y Ureña, se vieron obligados a permitir el paso de los ciudadanos cansados de la decisión del presidente de Venezuela de cerrar la frontera, informó La Opinión de Cúcuta.

Los venezolanos pasaron primero por las casas de cambio para hacer sus compras con pesos, pues los comerciantes de Cúcuta no recibieron bolívares, señaló el diario.

En el puente internacional Simón Bolívar, que conecta a Villa de Rosario con San Antonio del Táchira, solo se permitió el paso peatonal hacia Venezuela a personas nacidas o nacionalizadas en ese país y a turistas que portaran visa, destacó este medio.

Por precaución las autoridades colombianas militarizaron la zona con uniformados tanto de la Policía Metropolitana como integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios, concluyó el periódico de Norte de Santander.

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