Esta gran obra (1,83 x 1,73 metros), que representa una inquietante cabeza negra sobre un fondo azul, fue adjudicada tras más de 10 minutos de subasta, una duración poco habitual.

El récord anterior de este artista lo ostentaba otro cuadro de gran formato (2,38 x 5 metros), también sin nombre, que fue vendido en mayo de 2016 por 57,2 millones de dólares en una subasta de Christie’s.

Poco después de la venta, Sotheby’s anunció que el comprador era el mismo que había batido el récord precedente, el coleccionista japonés Yusaku Maezawa, ahora propietario de los dos cuadros más caros de Basquiat.

El millonario que hizo fortuna en el comercio de venta de ropa en línea, había gastado 97,8 millones de dólares en siete obras durante las subastas de la primavera de 2016, entre ellos 57,2 millones en el cuadro de JeanMichel Basquiat.

Maezawa, de 41 años, anunció el jueves en un comunicado, que preveía presentar la obra récord de Basquiat en el futuro museo que pretende instalar en Chiba (este de Japón), su ciudad natal, y en el que será “la obra central” de la exposición.

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El coleccionista también explicó que a la espera de la inauguración del museo aceptará prestar la tela a otros museos del mundo. “Espero que eso les dé alegría a otros y no solo a mí, que esta obra maestra inspire a las futuras generaciones”, explicó.

Peleas por sus cuadros

El precio de partida para el remate de este jueves se había fijado en 57 millones de dólares, casi el récord de SAMO, el pseudónimo con el que Basquiat se daba a conocer en los muros de Nueva York.

La subasta se convirtió rápidamente en un duelo entre un comprador presente en la sala y otro que la seguía por teléfono.

El primero llegó a ofrecer 97 millones de dólares, pero acabó dejando que el segundo se lo llevara por 98 millones, a los que se suman gastos y comisiones.

El golpe del martillo de la adjudicación estuvo acompañado por el clamor del público de la sala y silbidos de admiración.

Desde que Christie’s vendió el lienzo en 1984, no se había vuelto a proponer su venta ni a presentarse en público.

El comprador en aquel momento fue un coleccionista anónimo que apenas pagó 19.000 dólares por esta obra de 1982.

“Es una cumbre para JeanMichel, fines del 81 y principios del 82. Durante esos seis meses, estaba totalmente en la zona. Todo lo que tocaba era fantástico”, explicó durante la presentación del cuadro Grégoire Billaut, responsable de arte contemporáneo de Sotheby’s en Nueva York.

Para Billaut esta obra es “probablemente uno de los tres o cuatro mejores cuadros del artista”.

La venta de este jueves es una nueva prueba, acaso innecesaria, de que casi 30 años después de su muerte por sobredosis, a los 27 años, Basquiat sigue reinando en el arte contemporáneo.

Toda una nueva generación de compradores se pelean por sus obras, que ya tienen su lugar en varios grandes museos del mundo.

“El mercado del arte también trata de la historia del gusto”, explicó Billaut. “Aquello que era muy deseado por la generación de sus padres puede no serlo para usted”.

Según su biografía en Wikipedia, el afrodescendiente Jean-Michel Basquiat nació en Brooklyn, Nueva York, el 22 de diciembre de 1960 y murió en la misma ciudad a los 28 años, el 12 de agosto de 1988. Fue artista, poeta, músico, dibujante, grafitero y pintor.

Sus grafitis se conocieron en la segunda mitad de la década de los 70.