Watson Franklin Mandujano Doroteo, de la ciudad peruana de Tingo María, de 50.000 habitantes, había muerto después de un procedimiento odontológico, reporta el portal RPP, y por falta de dinero no lo enviaron a la morgue sino que lo trasladaron directamente a su vivienda.

Luego de que los asistentes al funeral se dieron cuenta de que estaba vivo, lo llevaron de inmediato al hospital pero el joven murió en el camino, pues según los informes médicos del hospital EsSalud, al hombre le habrían dado fármacos en exceso, en este caso diazepam, señala El Comercio de Lima.

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Los familiares, informa La República de Perú, responsabilizan con nombre propio a dos profesionales de la salud en el hospital de Huanuco, donde le administraron los medicamentos que finalmente le arrancaron la vida.

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