Ambos dirigentes, que se comunicaron telefónicamente al día siguiente de la investidura de Trump, esperan “un diálogo constructivo para reforzar los lazos entre los dos países”, precisó la Casa Blanca.

Ferviente partidario del libre comercio, Trudeau reafirmó recientemente la importancia que tiene para la actividad económica de su país el acuerdo norteamericano (Nafta, por su sigla en inglés), entre Canadá, Estados Unidos y México, y que Trump quiere renegociar.

Aunque Trudeau no comentó directamente el decreto de Trump contra la inmigración, actualmente bloqueado por la justicia, dio a entender claramente que Canadá acogerá a “quienes huyan de la persecución, el terrorismo y la guerra”, independientemente de la fe que profesen.

Por el contrario, ambos líderes aprueban el proyecto del gigantesco oleoducto Keystone XL que uniría a Canadá con EE. UU., que había sido bloqueado por el expresidente Barack Obama y al que Trump acaba de dar un nuevo impulso.

AFP