La cuota les exigirá a los jueces que resuelvan al menos 700 casos de inmigrantes en un año para recibir una calificación de desempeño “satisfactorio”. La medida es calificada como “sin precedentes” por los magistrados, que creen que con esto la independencia judicial está en riesgo, informa The Washington Post.

El Departamento de Justicia asegura que el sistema de cuotas está diseñado para que el sistema judicial sea más eficiente, ya que los tribunales de inmigración tienen miles de casos de este tipo en espera, y evaluar todos los casos puede tomar años, algo que no desean ni el presidente Trump ni el fiscal general Jeff Sessions, agrega CNN.

Por su parte, los críticos de la medida dicen que al acelerar los procesos, los tribunales terminarían por negarles a los implicados tiempo para demostrar que legalmente pueden permanecer en el país, cosa que ellos podría alegar. Muchos solicitantes de asilo, por ejemplo, al no tener suficientes conocimientos de la legislación estadounidense, podrían tener problemas en ese sentido.

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Pero esa no es la única medida que contempla Trump como solución. También piensa contratar a más jueces para terminar con la acumulación de los procesos que, según se calcula, podrían ser unos 700 mil. Todo por acabar con la inmigración en un país que, históricamente, ha sido de inmigrantes.