La Organización Trump, que conduce las actividades del grupo del magnate inmobiliario, había firmado en 2013 un contrato a 60 años con la agencia a cambio del patrimonio de Washington (GSA) para transformar la vieja sede central de los correos en un hotel de lujo.

El hotel abrió sus puertas en septiembre antes de ser oficialmente inaugurado en octubre por el propio Trump, aunque rápidamente se convirtió en punto de manifestaciones de apoyo o en contra del presidente electo.

El artículo 37.19 del contrato estipula que “ningún miembro del Congreso o funcionario electo (…) está autorizado a tener una acción o participación en este contrato o a obtener beneficio”.

“El contrato (…) es portador de conflictos de interés, conflictos que son intolerables y sin precedentes”, comentaron los expertos Steven Schooner y Daniel Gordon, de la Universidad George Washington.

“En un mundo perfecto, Trump y la GSA deberían negociar una ruptura amigable del contrato”, apuntaron los dos expertos, quienes señalaron que esa posibilidad es poco probable.

Contactado por AFP, el GSA apenas indicó tener “la intención de coordinar con el equipo del presidente electo para resolver las cuestiones relativas al ex edificio sede de los Correos”.

Por ahora la Organización Trump no ha reaccionado al asunto. Trump anunció este miércoles que prepara su alejamiento total de sus empresas para evitar conflictos de interés mientras ocupa la Casa Blanca.

AFP

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