Echar para atrás esa medida de protección a la decreciente población de elefantes africanos tiene enfurecidos a los defensores de animales y gente en las redes sociales, entre otras cosas, porque dos de los hijos de Trump (Eric y Donald Jr.) son cazadores de grandes mamíferos en el continente africano, denuncia el Evening Standard.

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Y lo peor es, dice el Evening Standard, que Trump permitió que se echara para atrás la medida de protección a sabiendas de que estos elefantes se encuentran dentro del listado de especies protegidas y en peligro de extinción desde 1978.

Por su parte, la organización sin ánimo de lucro The Elephant Project publicó un trino en el que condena el hecho: “Censurable conducta por parte de la administración Trump. Ya se están matando 100m elefantes diarios. Esto incentivará la caza furtiva”.

La población de elefantes en Zimbabue ha caído un 10 % desde 2005 mientras que la de paquidermos en Zambia ha bajado 11 % en el mismo periodo, dicen cifras publicadas por el británico The Telegraph.

La medida se tomó, reporta USA Today, con el argumento de que una caza deportiva controlada y ‘registrada’ ayuda precisamente a proteger esas especies en peligro de extinción, pues evitaría la caza furtiva y aportaría recursos importantes a las regiones donde se organice la cacería.

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