El motivo por el que Trump irrumpió a la fiesta fue precisamente ese: ya que estaba en su propio club pasando el fin de semana, aprovechó para saludar a los novios y autografiar varias gorras con su lema “Make America Great Again” (Hacer a Estados Unidos grande de nuevo) a algunas personas que estaban allí, informa The Telegraph.

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Los novios que podrán decirles a sus hijos que el presidente del país fue a su boda son Kristen Piatkowski y Tucker Gladhill, que incluso posaron con Trump para la respectiva fotografía del recuerdo, agrega USA Today.

El mismo medio dice que esta no es la primera vez que Trump llega de sorpresa a una fiesta de matrimonio. Ya lo había hecho en otra recepción, aquella vez en su club de Mar-A-Lago, en Florida, cuando atendía la visita del primer ministro de Japón, Shinzo Abe.

El presidente pasó en el club el fin de semana (una práctica bastante recurrente en él, que le ha acarreado varias críticas por el dinero del Estado que gasta). No se sabe si destinó tiempo al golf, uno de sus deportes favoritos. Un portavoz se negó a dar declaraciones al respecto.

Estas son algunas imágenes que quedaron de la sorpresiva visita del mandatario estadounidense:

He stopped to say hello at the wedding party 🥂🇺🇸

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