En contraste con las críticas que recibe del presidente Barack Obama, Duterte dijo que el presidente electo de Estados Unidos le deseó mucho éxito.

El presidente filipino, de 71 años, contó que llamó a Trump el viernes en la noche para felicitarlo por su triunfo.

“Estuvo muy atento a nuestra preocupación por las drogas. Me deseó éxito en mi campaña y dijo que lo estamos haciendo como una nación soberana, de la forma apropiada”, dijo Duterte.

El dirigente encabeza una implacable guerra contra las drogas que genera críticas en Occidente. En septiembre, Obama pidió al presidente filipino desarrollar una política antidrogas apropiada.

La oficina de Trump publicó un comunicado indicando que Duterte lo había felicitado y que ambos convinieron trabajar juntos estrechamente.

Duterte resultó electo en mayo pasado tras prometer en su campaña matar a decenas de miles de narcotraficantes, asegurando que era la única forma de evitar que Filipinas se convierta en un narcoestado.

Desde su llegada al poder, ha alentado a la policía y a la población civil a matar a los drogadictos y comparó su campaña con la de Hitler para exterminar a los judíos en Europa.

En octubre, Duterte anunció una ruptura con Estados Unidos y llamó a la retirada de las tropas norteamericanas estacionadas en su país, poniendo en tela de juicio 70 años de relaciones entre Manila y Washington.

Sin embargo, tras su conversación con el futuro huésped de la Casa Blanca, el mandatario asiático dijo que presentía una buena relación con el animado Trump.

Imágenes de televisión mostraron al líder filipino riendo mientras hablaba por teléfono. Posteriormente, dijo que Trump será un buen presidente para Estados Unidos.

Duterte dijo que el presidente electo lo había invitado a visitar Nueva York y Washington, y que él a su vez convidó a Trump a participar a una cumbre regional prevista en Filipinas en 2017.

AFP

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