La medida jurídica la tomó un juez de la ciudad de Seattle (Washington, EE.UU.), que deja sin efecto, por ahora, la orden del presidente de no permitir la entrada de refugiados sirios y ciudadanos de siete países (mayoría musulmana), y ordena a las aerolíneas permitir viajar a los ciudadanos de las siete nacionalidades vetadas por Trump, detalla ‘The New York Times’.

Se espera que el nuevo presidente reaccione a la decisión del juez, que entre sus argumentos expuso que cada estado tiene una capacidad legal para demandar. Esto se considera un ‘empujón’ para que los demócratas que se oponen a las medidas migratorias hagan ir a Trump a los tribunales por diversos asuntos.

La medida se conoce este viernes, cuando abogados de cuatro estados en ese país intentan impugnar la orden ejecutiva de Trump. Los opositores de su administración consideran que la media es anticonstitucional, entre otras cosas, porque tiene de fondo un alto grado de discriminación.

Según The Washington Post, la orden del nuevo presidente llevó a varias protestas la semana pasada en todo el país norteamericano y generó confusión en diferentes aeropuertos, en donde, incluso, se detuvieron a personas provenientes de los países incluidos en la medida migratoria.

El argumento de la Casa Blanca es que la entrada de personas de países musulmanes ayudará a mejorar la seguridad.

El Departamento de Estado aseguró que se han cancelado cerca de 60.000 visas de extranjeros provenientes de esos siete países después de la entrada en vigor del veto migratorio, aunque cifras del mismo departamento apuntan a que los afectados podrían ser unos 100.000.