Por ejemplo, The New York Times tituló su editorial de este martes como ‘El fracaso de Trump en Jerusalén’, y en él dice que a pesar de que en apariencia el objetivo del presidente estadounidense es el de alcanzar la paz entre Israel y Palestina (proceso en el que Estados Unidos es viejo garante), lo que finalmente hizo al mover su embajada a Jerusalén y reconocer a esa ciudad como capital de Israel fue darle “un regalo sin concesión ni condición al gobierno israelí de Benjamín Netanyahu”.

Al hacerlo, dice el periódico neoyorquino, el mundo no vio en ningún momento un entendimiento entre ambos pueblos. En lugar de eso, sí presenció una verdadera masacre en la que 62 personas perdieron la vida a manos del ejército de Israel que, en cambio, no tuvo un solo herido (cosa que evidencia cómo la balanza se inclina hacia uno de los lados notablemente).

Michelle Goldberg, columnista del mismo medio, escribió en su espacio, este lunes, que la apertura de la embajada en Jerusalén había sido un “espectáculo grotesco” que coincidió con una matanza a poco más de 60 kilómetros de distancia.

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Goldberg agrega que un paralelo entre las imágenes de los heridos en Gaza y la sonrisa de Ivanka Trump en la inauguración de la embajada, “como una María Antonieta sionista”, evidencian que las relaciones entre Estados Unidos e Israel están más cercanas que nunca. Sin embargo, en esa cercanía podría haber “semillas de distanciamiento”.

El País, de España, que califica la acción de Israel como “matanza”, también considera que el traslado de la embajada a Jerusalén es un “regalo diplomático”, y agrega que las decisiones de ese tipo tomadas por el presidente estadounidense, lo único que hacen es agravar la situación en la zona. También dice que la cantidad de muertos por las manifestaciones civiles en Gaza es “injustificable”, y agrega que Israel debe explicar por qué respondió con fuego las protestas.

Finalmente, el diario británico The Independent dice que el traslado de la embajada a Jerusalén podría causar una reacción en cadena en Medio Oriente que ni siquiera él mismo podría controlar. La decisión diplomática, que es muy celebrada por el gobierno israelí, es descrita como una “movida altamente provocativa” por ese medio, que dice también que las decenas de muertos son consecuencia directa e inmediata de esa decisión.