La turista, que estaba con su novio y un amigo, cogió al tiburón bebé mientras caminaba por una playa. Enseguida, este le clavó los dientes en una mano, reportó Mirror Online.

Ella intentó zafarse del escuálido pero no pudo por sí sola, así que uno de ellos le ayudó y segundos después consiguió liberar su mano.

Finalmente, la mujer devolvió al animal al mar lanzándolo con fuerza, y se trasladó a un hospital debido a que sufrió heridas leves por el ataque. Allí, le pusieron cuatro puntos, indicó el medio.

Como consecuencia de los hechos, tanto la turista como su novio, que la grababa, fueron sancionados con una multa de aproximadamente 2.500 libras esterlinas, unos 9 millones de pesos, añadió el portal. La sanción, ordenada por el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad, se debe a que el escuálido está en vía de extinción y fue capturado en una zona protegida.

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