La australiana de 48 años, que iba acompañada por su hija Jessie, de 14, contó a The Advertiser que sintió temor y se “paralizó”, debido a que no sabía si el reptil estaba dentro o fuera del vehículo.
La serpiente se asomaba por el capó, pero a Grundy le preocupaba que ingresara a la camioneta, así que llamó a su esposo y le pidió que contactara al concesionario donde la compraron para recibir asesoría. La empresa le aconsejó apagar el conducto de ventilación.
Del susto, la mujer dijo una grosería, que, según ella, impactó más a su hija que la culebra. “Utilicé una palabra que ella nunca me había escuchado decir, porque yo no maldigo”, manifestó.
La menor registró en un video, que se viralizó en Facebook con más de 130 mil reproducciones, el viaje con el reptil.
Grundy manejó durante una hora, desde la ciudad de Adelaida hasta el sitio turístico Mundoo Island Station, en la Península de Fleurieu, del que es dueña. Cuando llegó al lugar, dejó el vehículo en un prado con el fin de que la serpiente saliera por su cuenta.
Sin embargo, este miércoles en horas de la mañana revisó la camioneta y notó que la culebra seguía allí.
Ella señaló al medio que conducirá a la ciudad nuevamente con la esperanza de que esto le ayude a deshacerse del reptil.
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