Las firmantes, entre ellas las estrellas de la canción Zara Larsson y Robyn, se rebelan contra la “cultura del silencio” en una industria en que el acoso y las agresiones son “más la regla que la excepción”.

“Directivos del mundo de la música, es su responsabilidad que nadie sea víctima de acoso sexual y han fracasado”, escribieron en el diario Dagens Nyheter.

Esta tribuna se publica poco más de una semana después de que 456 actrices denunciaran el acoso, las agresiones y la cultura del silencio en el cine y el teatro en el país escandinavo.

Algunas de estas actrices se reunirán los días 19 y 20 de noviembre para leer sus testimonios sobre el escenario.

Reunidos bajo la etiqueta #CuandoLaMúsicaCesa, relatos anónimos, algunos de los cuales hablan de violaciones, señalan (sin nombrarlos) a artistas, productores y agentes de renombre en Suecia y en el extranjero.

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“Finjo, como en una película. Lo encuentro feo, me deja un sabor repugnante en el boca. Me quitó la alegría de haber grabado por fin un álbum. Abusó de mi confianza”, explica una cantante.

“Fui agredida por un músico sobre el escenario cuando estábamos tocando”, recuerda otra.

Por otra parte, 1.300 responsables políticas de derechas e izquierdas, entre ellas varias diputadas, denunciaron el viernes las mismas prácticas bajo la etiqueta #EntreLosBastidoresDelPoder.

“Nos lanzamos en política para cambiar el mundo y construir un mundo mejor. Rápidamente nos dimos cuenta de que primero debíamos cambiar el mundo político”, escriben las firmantes del manifiesto.

“Tenía 15 años”, relata una de ellas. “Fui violada por un chico que tenía un puesto en la junta nacional del movimiento juvenil. Me envió flores para disculparse. Cuando escribí que lo que había hecho era ilegal y que consideraba denunciarlo, se dirigió a la junta nacional y habló con sus miembros. Ellos le dieron después su total apoyo”.

Con AFP

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