Así lo dio a conocer este viernes el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que presentó un informe en el que registra 99 nuevas denuncias de abuso sexual solo en 2015, un aumento significativo si se tiene en cuenta que en 2014 se registraron 80 casos.
En el documento, que hace parte de una nueva política de “nombrar y avergonzar” a los responsables, se recogen testimonios como el de una niña de 7 años que confesó a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU lo que los soldados la obligaron a hacer por una pequeña ayuda.
“La niña nos dijo que hizo sexo oral con soldados franceses, a cambio de una botella de agua y un paquete de galletitas”.
Este caso y el de otros menores se difundieron en enero, y casi todos ocurrieron en misiones de paz a cargo de soldados de la ONU, cascos azules y funcionarios de la entidad, según BBC Mundo.
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Entre los relatos recogidos por Human Rights Watch (HRW) en una visita a República Centroafricana, y que cita ese medio, se destacan el de una joven de 14 años y una de 18, a las que uniformados las abusaron cuando fueron a pedirles comida.
“Me tiraron a un pastizal y mientras uno me agarraba el otro me violó […] Tres hombres armados se me tiraron encima y me dijeron que si los denunciaba me matarían. Me violaron uno a uno”.
Pero más allá de lo estremecedor de estos testimonios, la preocupación es saber qué se está haciendo para frenar estos abusos, ya es que es evidente el aumento y la permisibilidad de las autoridades.
Por eso, agrega ese medio, el general Romeo Dallaire, excomandante de las tropas de la ONU en Ruanda durante el genocidio, rechazó en 2015 estas denuncias y dijo que los casos van en contravía de la razón “por la cual se supone que llegan al terreno tropas en misión de paz”.
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