“Ellos nos han dicho […] que debemos pagar por su liberación ya que es un secuestro extorsivo, pero eso no se puede hacer ya que la comunidad franciscana debe saberlo”, indicó el hermano de la religiosa, Édgar Narváez, citado por RCN Radio.
Narváez no indicó la cifra que exigen los secuestradores a cambio de la liberación de su hermana.
La salud de la religiosa y otros cinco secuestrados ha sido precaria, debido a las altas temperaturas del país africano y los constantes traslados entre trincheras, agrega la emisora.
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El director de Gaula de la Policía colombiana, general Fernando Murillo, dijo a Blu Radio que hay un grupo élite haciendo presencia en Malí, pero que no hay avances significativos.
“Creemos que si en algún momento nosotros como investigadores nos venimos de allá posiblemente sean muchos los años que ella pueda estar en cautiverio”, explicó el oficial a la estación radial.
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