La turista británica Mary Kate Heys conoció a un sueco de 22 años mientras se hospedaba en un hotel de la ciudad de Mooloolaba, en la región de Queensland, Australia, reporta el Mirror.

En la noche, el hombre golpeó a la puerta de la habitación de la chica y la invitó a pasear. La mujer aceptó porque, según ella, notó que estaba como drogado y no quería que se fuera a hacer daño si ella no estaba con él, señala News.com.

De inmediato, el joven comenzó a manejar en lo que él describió como un viaje de más de mil kilómetros, y decía que los extraterrestres lo iban persiguiendo, lo que hizo entrar en pánico a la chica, relata The Courier Mail.

La joven le dijo que se detuviera en una estación de gasolina porque tenía hambre. Cuando compró algo, le dijo a la dependienta que estaba secuestrada y que por favor diera aviso a las autoridades. Luego reanudaron la marcha y como no llegaba la policía, la chica le escribió un mensaje de texto a su padre, en Inglaterra: “Papá, llama a la policía de Australia. Date prisa”, señala Yahoo News.

El mismo medio dice que la muchacha le enviaba a su padre su ubicación geográfica a medida que avanzaban por la carretera, lo que finalmente condujo a que la policía interceptara el vehículo y pusiera al sospechoso bajo custodia: “Cuando vi el carro de la policía ni siquiera esperé a que nos detuviéramos y salí corriendo hacia ellos”.

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