Testigos señalaron que cuando leyeron la condena el acusado se dirigió sorprendido al intérprete y le dijo: “¿Cuatro años?”, a lo que él le contestó que podría apelar a la sentencia, pero Marhanka dijo que no quería hacerlo, informa el Washington Post.

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Entonces gritó: “¡No quiero vivir más!”, y se enterró el objeto, que según algunos era unas tijeras. Aunque fue llevado inmediatamente al hospital, los médicos no pudieron revivirlo.

“Cooperó durante la investigación y el juicio. Su actitud era apacible y no mostró ningún signo de que cometería suicidio”, dijo la corte en una declaración.

El estadounidense había sido arrestado bajo el cargo de posesión de drogas por haber ingresado al país semillas de amapola de manera ilegal y cultivar marihuana.

Marhanka estaba casado con una taiwanesa, con quien tenía dos hijos y vivía hacía varios años en la isla.

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