Luego llegó a la Casa Blanca como director de Comunicaciones, pero duró escasos 11 días en ese cargo.

El multimillonario llegó a la Casa Blanca con la fuerza de un huracán para afirmar que se reportaría directamente al presidente Donald Trump, pasando por encima de una línea jerárquica que incluía al jefe de Gabinete, Reince Priebus.

En menos de una semana, Scaramucci logró que Priebus perdiera el cargo para ser sustituido por el secretario de Seguridad Interna, el general John Kelly.

Sin embargo, la brutalidad de su método de trabajo lo expuso de forma irreversible y por ello poco después de prestar juramento el propio Kelly solicitó al presidente la salida de escena de Scaramucci.

Con apariencia juvenil y vestimenta siempre cuidada, Scaramucci se dedicó en Wall Street a la intermediación entre los “hedge funds” y las grandes fortunas, a través de una conferencia anual que organiza desde 2009 en Las Vegas.

Abultada agenda de contactos

Tras pasar siete años en Goldman Sachs, donde administraba el dinero de clientes multimillonarios, creó en 2001 un fondo de inversiones, aunque se consolidó en los negocios con SkyBridge Capital, fundado en 2005 tras comprar por una cifra insignificante una actividad de gestión de activos del banco Citigroup.

SkyBridge es un “fondo de fondos”: dicho de otro modo, Scaramucci compraba participaciones en otros “hedge funds” con el dinero que le confiaban sus riquísimos clientes.

Su conferencia anual, bautizada SkyBridge Alternatives Conference (SALT), en la que participan grandes nombres de las finanzas y la política internacional, así como celebridades (actores y músicos), terminó llenando su agenda de direcciones.

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Nacido en Long Island, Nueva York, hace 53 años en una familia de inmigrantes italianos de clase media y diplomado en Harvard, Scaramucci es uno de los grandes donantes del Partido Republicano.

Fue uno de los tesoreros de la campaña electoral de Mitt Romney en 2012 y organizó veladas de recolección de fondos para Scott Walker y Jeb Bush durante las últimas primarias republicanas antes de sumarse a Donald Trump, de cuyo equipo de transición también formó parte.

Tiburón

De verbo fácil, se siente cómodo tanto en el Foro Económico de Davos como en un programa popular de televisión y sabe adaptarse al público que tiene en frente.

Fue animador de un programa semanal en la cadena Fox Business, bautizado “Wall Street Week”, y colaborador de su competidora CNBC.

“Cuando hablo con Donald Trump y él me habla, me imagino que no nos entendemos”, bromeaba en 2015 en Fox Business. “Tal vez necesitaría un traductor en la sala cuando le hablo”.

Próximo a Donald Trump Jr., este ex “Goldman Boy” se jacta de tener el número de teléfono del presidente estadounidense, quien habría apreciado, según los medios, la manera en que Scaramucci obligó a fines de junio a la CNN a retirar un artículo sobre sus negocios financieros. Tres periodistas renunciaron en el marco de ese episodio.

Para evitar potenciales conflictos de interés, Scaramucci vendió a partir de enero SkyBridge Capital a un consorcio compuesto por el grupo chino HNA Capital. Los detalles financieros de la operación no fueron divulgados.

Antes de convertirse en director de Comunicaciones de la Casa Blanca, sonaba para representar a Estados Unidos ante la OCDE.

En uno de sus tres libros –”Goodbye Gordon Gekko”–, en referencia al imaginario tiburón de las finanzas interpretado por Michael Douglas en la película “Wall Street”– intenta explicar a los futuros traders “cómo hacer fortuna sin tener que perder el alma”.

AFP