En un gesto que recuerda a la Guerra Fría, el régimen ruso advirtió además a todos los países que han secundado a Washington y Londres que replicará expulsando sistemáticamente a sus diplomáticos.

Cerca de 30 países han expulsado a más de 140 funcionarios de legaciones rusas a causa del escándalo del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal el 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury. Su hija Yulia, que también fue envenenada, se recupera rápidamente y ya puede hablar, informó el hospital que se ocupa de ambos.

La investigación del caso moviliza a más de 250 policías británicos.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, informó al embajador estadounidense de las medidas de represalia, y además anunció que el consulado estadounidense en San Petersburgo deberá cerrar sus puertas, como sucederá con el ruso en la ciudad de Seattle.

El artículo continúa abajo

Rusia está reaccionando a “medidas absolutamente inaceptables en nuestra contra, tomadas bajo grandes presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña”, dijo Lavrov.

Moscú ya había expulsado a 23 diplomáticos británicos y cesado las actividades del British Council en Rusia.

La escalada diplomática no da signos de atenuarse, porque rápidamente Washington indicó que “no hay ninguna justificación a la reacción rusa”.

Washington “se reserva el derecho” de volver a replicar, explicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.

Con AFP