El ladrón entró al establecimiento como cualquier cliente, pero no contó con que esa era la hora menos conveniente para realizar su fechoría, ya que, cuando pretendía salir, encontró la única puerta del local cerrada, describe La Voz de Galicia.

Al verse en problemas, el hombre quiso levantar la cortina de la puerta con un carretilla que había dentro de la tienda, pero calculó mal el espacio y no logró salir a rastras cuando lo intentó. La mala suerte del ladrón se completó cuando se disparó la alarma. Entonces, quiso salir por el techo, también sin éxito.

La policía sospechó del malhechor por la alarma y por la abertura parcial de la puerta, y cuando entraron al lugar encontraron que una de las cajas había sido forzada, y que varias planchas del techo habían sido corridas. El sujeto finalmente fue encontrado cuando intentaba esconderse en un arcón desconectado, añade 20 Minutos.

Cuando lo sorprendieron, no opuso resistencia, y le incautaron 150 euros, una gorra, unos guantes, una navaja, un teléfono, objetos de aseo, y hasta la bicicleta que tenía y que había dejado afuera para emprender la huida.

LO ÚLTIMO