The Washington Post recoge 5 de las dificultades más evidentes a la hora de construir el muro para dividir la frontera entre México y Estados Unidos, cuyo decreto de ejecución ya fue firmado por el presidente Trump. Este es el listado:

1. El terreno es muy áspero en varios lugares.

Además de la variedad del clima, la vegetación y el terreno, en El Paso, Texas, por ejemplo, la frontera cambia de la relativa rectitud que tiene para pasar a una forma mucho más sinuosa debido a que el Río Grande se atraviesa en el camino.

Al respecto, el grupo Field of Vision creó un video llamado ‘Best of luck with de Wall’ (La mejor de las suertes con el muro), donde recorren satelitalmente los más de 3.000 kilómetros de frontera que hay entre los dos países. En el breve video se evidencian las dificultades naturales que habría a la hora de hacer el muro.

2. A diferencia de la región occidental, la mayoría del terreno de Texas es privado

Es decir, los terrenos por los que pasaría el muro en los estados de Nuevo México y Arizona son propiedad del gobierno federal, pero no ocurre lo mismo en Texas por unos términos que se aceptaron cuando el estado entró a la Unión Americana, hace 200 años.

Ese detalle ya hizo que hubiera problemas entre los texanos y el gobierno federal, cuando se construyó el cercado que existe hasta la actualidad, de manera que la construcción del muro en esos territorios podría traer muchos más pleitos legales y retos logísticos.

3. La división no sería meramente territorial

Con la construcción del muro, por ejemplo, 15 de 18 hoyos de golf y 200 habitantes del River Bend Resort, un campo de golf y residencial de Brownsville, Texas, quedarían en el lado sur del muro. Además, muchos otros estadounidenses viven en el lado mexicano de la frontera. Jeremy Barnard, dueño del campo de golf, dice:

¿Cuál es el plan del gobierno? ¿Van a venir acá y sacar a 200 personas de sus casas? Hay mucho más allá de decir “vamos a construir un muro””.

4. A menos que haya vigilancia permanente, el muro no serviría.

Algunos expertos consideran que, en ese sentido, el muro sería apenas un obstáculo para las personas. Sobre eso, Janet Napolitano, exsecretaria de seguridad nacional, lanzó una célebre frase: “Si me muestras un muro de 50 pies, yo te mostraré una escalera de 51”.

5. Una barrera no será suficiente para detener a los migrantes.

El incremento de la violencia en los países centroamericanos más cercanos a Estados Unidos hace que muchos de sus habitantes busquen mejores horizontes en suelo norteamericano. La agencia de la ONU para refugiados, ACNUR, por ejemplo, reporta que el número de migrantes que buscan asilo en Estados Unidos se ha aumentado 5 veces desde 2010.

Ramón Reyes, un migrante guatemalteco en Reynosa, México, que salió de su país por la corrupción y la violencia que había allá, describe el drama de las miles de personas que salen de sus países y la dificultad para hacerlos persistir de su propósito:

Mire, mi opinión sobre las cercas, sobre todos esos obstáculos que están poniendo es que no, no importa cuántas barreras pongan, ellas no nos detendrán”.

LO ÚLTIMO