Así lo informó el diario El País, de España, que indicó que el cetáceo estaba estancado en una playa de Málaga. El delfín regresaba constantemente a la superficie debido a una acumulación de arena que le impedía el paso hacia la profundidad del mar; además, había un fuerte oleaje que lo empujaba hacia la orilla y la infección que tenía en su cuerpo le impedía moverse de forma natural.

“Como pude, lo devolví al mar, pero al poco [tiempo] vi que otra vez se salía hacia la orilla. Así estuvimos casi un kilómetro, porque el levante lo arrastraba hacia la zona de la desembocadura del río Güi”, aseguró el hombre a Diario Sur.

Por casi tres horas, Bermúdez estuvo junto al delfín y, al final, logró rescatarlo.

Lo hice porque me gustan los animales. Hace unos años salvé a una tortuga que me encontré por la calle, llevándola a un lago en un parque de Benalmádena, y hace poco también evité que atropellaran a un erizo, quitándolo de la carretera y llevándolo al campo”.

Sin embargo, el animal murió poco después debido a los parásitos que tenía en su cola y a una herida en la mandíbula, relató a ese medio el biólogo Juan Jesús Martín, responsable del Aula del Mar de Málaga y del Museo Alborania.

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