La ballena estaba encallada desde el sábado pasado en una playa de Arraial do Cabo. El cetáceo era de la especie yubarta, medía aproximadamente 7 metros de largo y pesaba unas 4 toneladas, informó el Cuerpo de Bomberos del estado de Río de Janeiro.

El animal fue desencallado hacia las 3 de la tarde (hora local) de este domingo tras los intensos esfuerzos de bomberos, agentes de la Guardia Marítima Ambiental y de la Defensa Civil y biólogos del Instituto Regional de Medio Ambiente.

Los trabajos exigieron el uso de una excavadora mecánica para hacer un hueco en la arena con el fin de que el animal pudiera recibir agua del mar y de dos embarcaciones. Desde estos barcos se jalaron las cuerdas con las que los socorristas envolvieron el cuerpo de la ballena.

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Otro grupo de voluntarios, entre bañistas y pescadores, utilizó baldes y toallas para mantener la piel del cetáceo permanentemente mojada.

Esta fue la cuarta ballena encallada y rescatada de las playas del estado de Río de Janeiro desde agosto pasado. Las otras tres, también ejemplares jóvenes de la especie yubarta, fueron rescatadas en las ciudades de Buzios, Sepetiba e Ilha Grande.

Según datos divulgados este mes por los biólogos del Proyecto Ballena Yubarta, al menos 97 ballenas encallaron entre enero y septiembre de este año en diferentes playas de Brasil, el mayor número de casos desde 2002.

Ese aumento se atribuye al crecimiento de la población de ballenas en aguas brasileñas y a una disminución de krill, los pequeños crustáceos de los que se alimentan.

Las yubartas recorren por esta época el litoral brasileño procedentes de la Antártica debido a que buscan aguas calientes para reproducirse.

Con información de EFE.