Los hombres estaban en una celda temporal, en el sótano de la cárcel, conversando con el guardia, cuando de repente, este resbaló de su silla y comprendieron que algo le ocurría, informa la cadena WFAA.

Comenzaron a gritar para pedir ayuda, pero como nadie venía, decidieron abrir la puerta aunque estaban esposados y a sabiendas de que era peligroso para ellos.

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“Estábamos preocupados de que fueran a venir con armas apuntadas hacia nosotros”, dijo uno de los reos, Nick Kelton.

Sin embargo, cuando se dieron cuenta de que el guardia no tenía pulso, comenzaron a gritar más fuerte y golpear las puertas para llamar la atención.

Los alguaciles que estaban en el piso superior escucharon el alboroto y fueron corriendo a ver lo que sucedía. Pensaron que se trataba de una pelea y qué podía tratarse de una situación grave, debido a que el guardia estaba armado.

Cuando vieron lo que sucedía, volvieron a encerrar a los prisioneros, mientras otros le practicaban resucitación cardiopulmonar al guardia. Inmediatamente llamaron a una ambulancia que llegó poco después y lo atendió con un desfibrilador hasta que el hombre recuperó sus signos vitales.

“Nunca se me hubiera ocurrido no ayudarlo aunque tuviera un arma o una placa (de policía). Si se cae, lo voy a ayudar”, añadió Kelton.

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